Ficha técnica:
- Año 2008
- Director: José Luis Cuerda
- Actores: Maribel Verdú (Elena), Javier Cámara (Ricardo), Raúl Arévalo (Salvador), José Ángel Egido (Rector), Roger Princep (Lorenzo)
- Guión: Rafael Azcona, basada en la novela homónima de Alberto Méndez
- Nacionalidad: Española
- Duración: 98 minutos
Comentario
“Los girasoles ciegos” es la segunda película de José Luis Cuerda basada en la guerra civil española. La primera fue “La lengua de las mariposas”, de indudable éxito comercial y de crítica.
“Los girasoles ciegos” transcurre en la ciudad de Orense en la posguerra, en el año 1940, cuando el poder político y militar de los vencedores en la guerra civil alcanza su mayor apogeo. En ese ambiente de gran esplendor franquista y pujante nacional catolicismo, Ricardo (Javier Cámara), un profesor de literatura miembro de Izquierda Republicana, transcurre su vida escondido en un zulo para evitar ser detenido y muerto. Con él comparten su difícil vida su hijo Lorenzo ( Roger Princep) y su mujer Elena ( Maribel Verdú), que compagina, como puede, su fidelidad a Ricardo con la educación de su hijo en ideas que le son ajenas y un pequeño sueldo con el disfrute de los escasos recursos a los que su miserable condición le permite acceder. Este endeble equilibrio familiar se ve arruinado por la aparición del extraño D. Salvador, un diácono profesor del hijo que, enamorado de la madre, introduce el desasosiego en la familia y, finalmente, es causa de la tragedia familiar.
A mi juicio, la película tiene cosas buenas y regulares. Lo mejor, sin duda, la interpretación de Maribel Verdú en el papel de Elena. Espléndido papel, resuelto de forma brillante por esta magnífica actriz. Bueno, también, el “tempo” que Jose Luis Cuerda da a la película, que hace que los espectadores no pierdan la atención en ningún momento. Regular, las restantes interpretaciones que, a veces, resultan poco creíbles. Regular, y lo siento, la adaptación de la novela al cine, donde las cuatro historias originales de la novela se transforman en la película en una y media. La media, que relata la fuga y posterior muerte de otra hija de Elena con un poeta comunista está tan mal tratada en la película y tiene tan poca conexión con su trama principal que se la podían haber ahorrado perfectamente.
Comentario aparte y muy personal merece el maniqueísmo con el que son tratados los personajes de la película. En ella los buenos, los perdedores de la guerra, los perseguidos, los intelectuales, Antonio Machado, son muy buenos. Sin embargo, los malos, los vencedores de la guerra, los militares, los curas, José María Pemán, son muy malos. Me temo que la realidad en nuestra guerra fue bastante diferente y en todas partes hubo buenos y malos y, quizás, la película lo debería haber reflejado con un poco más de realismo. Mi pequeña memoria histórica sobre estos temas me lleva a recordar que un pariente mío, profesor de historia, miembro de Izquierda Republicana, también estuvo escondido en un zulo en su propia casa de una ciudad española de provincias para salvar su vida. De él salió gracias a un franquista amigo, persona de comunión diaria y miembro de una asociación religiosa que, jugándose su propia vida, le transportó en su coche hasta la frontera de Francia. La historia es parecida a la que se nos cuenta en la película, pero el final real fue muy distinto. ¿Cuándo tratarán nuestros directores, productores y guionistas nuestra guerra civil bajo el prisma de la concordia en vez de bajo el prisma del odio?
En resumen se trata de una más que aceptable película que el espectador sigue con interés y que merece ser vista.
José Ramón
Interesantísimo tu comentario personal y muy bien traido, José Ramón, me temo que hay gente que pretende ganar la guerra civil que perdieron sus abuelos; incluso la guerra civil que les hubiese gustado que perdieran sus abuelos. Mi memoria histórica, de escuchar siendo un niño conversaciones en voz baja entre adultos en una zona que no solo vivió duramente la guerra civil, sino también el levantamiento de Octubre del 34, coincide plenamente. La guerra civil fue un horror que solo podremos superar con piedad y perdón.
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