lunes, 15 de abril de 2024

Marc Chagall

Exposición de Marc Chagall en Madrid

Bielorruso, de origen judío y exiliado, primero en Francia y después en Estados Unidos, vivió las situaciones más convulsas del siglo XX, sus sentimientos, desilusiones y esperanzas, amores y pasiones impregnan toda su obra. La exposición de la Fundación Mapfre, que está recibiendo numerosos visitantes esta primavera en Madrid, se abre con un enorme cuadro: El vendedor de ganado . Colores intensos, disposición arbitraria de los personajes, fantasía, animales alados. No se puede dar más simbolismo en un sólo cuadro. Pero para Chagall la fantasia no era una evasión de la realidad sino penetrar en las profundidades de la realidad. Un magnífico comienzo que resume el estilo pictórico de Chagall. 

Pero Chagall es mucho más que esta pintura de colores expresionistas o simbolistas, aquello que descubrió en su primer viaje a Paris, en 1910. Chagall, muy joven 1907 y 1908, comenzó dibujando y pintando en San Petersburgo, cuadros de tema trágico en un estilo realista y colores oscuros: La muerte, El hombre de la cabeza del revés. Estilo al que volvería años después de la guerra (1917), motivado por la tragedia de ésta y el desencanto de la revolución rusa. De esta época es La casa gris, formas geométricas, grises cubismo en una palabra. 
 
Conoce a Bella Rosenfeld, su mujer y su musa, la retrata flotando como una ensoñación, colores expresivos. Doble retrato. Chagall se retrata junto con Bella, unidos en vertical, ingrávidos y felices. 

El violinista en el tejado es de su época cubista, inspirado en el fauvismo de Gauguin. Violín naranja, personaje que vuela. En el culto judío el violín tiene un especial significado, fue creado por un judío en Italia en el siglo XVII. Chagall estuvo muy implicado en el judaísmo: Rabino en blanco y negro, rezando sus oraciones por la mañana el Torá, Candelabro de rosas blancas o Soledad son algunos de los cuadros dedicados a sus recuerdos de la infancia. 
Impresionado por la figura de Cristo realiza tres cuadros con el crucificado en el centro. Representa lo que está sucediendo al pueblo judio. 


Viajó a Jerusalén, donde recogerá el paisaje necesario para crear numerosos dibujos de temas bíblicos, todos del Antiguo Testamento: Dios concede las tablas a Moisés, Sacrificio de Isaac o Milagro de Moisés, son algunas que se pueden ver en esta exposición. Podría sorprender esta serie de aguafuertes en un pintor moderno. Pero Chagall elige aquellos episodios por los que se siente especialmente motivado. Los patriarcas: Noé, Abraham, Isaac, Jacob y José. La historia de Moisés y el éxodo de Egipto con un lenguaje personal que no deja indiferente.

 
 Finalmente, es importante recordar el encargo que recibió para las vidrieras de la ONU, la Paz, en 1964. 
Una exposición que abarca casi toda la obra de un artista, que creó un lenguaje pictórico y que tenemos la suerte de conocer en la Fundación Mapfre, hasta el 5 de mayo.

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