domingo, 22 de junio de 2014

Las dos caras de Enero

El otro día pusieron en Tele Madrid creo "El Juego de Ripley", película que yo ya había visto varias veces y que siempre me ha fascinado. El caso es que me fui a la cama pensando que esta era una estupenda película de "serie B", es decir una película genial para pasar el rato sin hacerse demasiadas preguntas. También me vinieron a la cabeza películas que tenían un parecido con esta: "A pleno sol", "El talento de Mr. Ripley". Me preguntaba por que todos se llamarian Ripley. Debe ser un apellido corriente.

El hilo que ensarta estas películas es Patricia Highsmith, novelista americana que tiene el mérito de crear esos personajes cinicos pero humanos y describe magistralmente la relación entre el estafador y el estafado. Después para pasar de la literatura al cine hace falta mas talento al que no es ajeno el que aportan Alain Delon y Marie Laforêt, Mat Daemon o John Malkovich, el buscar unos exteriores de ensueño o una música estimulante.

Todos los que admiramos estas películas y a su "creadora" estamos de suerte porque han estrenado "Las dos caras de Enero". El mismo esquema. Angloamericanos sin escrúpulos, vividores y ventajistas que disfrutan del Mediterráneo, fascinación por una cultura alejada de la propia que en esta ocasión ya no es Italia sino Grecia y Estambul. Relaciones de colaboración-competencia, de "tuno a pillo" entre estafadores.

Viggo Mortensen entra con todos los honores en la galería de "pillos Highsmith" asi como su acompañante Oscar Isaac. Kirsten Dunst está muy bien en un papel acompañante. Ojo a la música de Alberto Iglesias.

Creo que es una buena recomendación para antes de vacaciones y si alguien descubre el por qué del título que lo diga.

2 comentarios:

  1. Pues yo también la he visto ("Las dos caras de enero") y como estoy muy de acuerdo con tu crítica sobre ella, me has ahorrado el trabajo de escribirla (esta tarde dudé entre hablar de "Viva la libertad" o de esta reciente película, pero respeté la cronología. Tan sólo quiero subrayar que su desarrollo me ha retrotraído a alguna clásica de Hitchcock ("El hombre que sabía demasiado", por ejemplo), salvarguardando la enorme diferencia de que en aquélla los personajes eran buenos y malos, como mandaban los cánones, no como en la actual, adultamente agridulce... Eso sí, con redención pre-morten.

    En lo que estoy menos de acuerdo es en compartir tu fascinación por "El Juego de Ripley" (que, como tú, vi hace años y el otro día también en Telemadrid), especialmente por su flojo guión, desde mi punto de vista, y su manifiesta obsesión por hacer una película "cool" (palabro que detesto). Pero hay un aspecto en el que sí me seduce: la ambientación y detalles de exquisito buen gusto italiano que salpican la película de Liliana Cavani. Claro que, como he visto y vuelto a ver y vuelto a ver su turbadora joya setentera "Portero de noche" (los del Brat Pack a ver si la veis de una vez), no puedo dejar de pensar que "El Juego de Ripley" no le llega a la suela de los zapatos. Y que John Malkovich, en su permanente papel de John Malkovich, no tiene nada que hacer frente al complejísimo Dirk Bogarde "el Grande". Y que Lena Headey es a Charlotte Rampling como un Ibiza al Rolls Royce descapotable que usufructuó Felipe VI.

    ¿A que estás de acuerdo tras repensártelo, Rogelio?. Somos los dos de la misma añada, 1950, y se nota. ¿Verdad?.

    Manrique

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  2. Se llaman Ripley porque es el mismo personaje. Patricia Highsmith escribió una serie de novelas, concretamente cinco,teniendo como protagonista a Ripley, un asesino sin escrúpulos, ambicioso e inteligente. Las distintas adaptaciones cinematógraficas que se han hecho a sus novelas no están a la misma altura.
    Ana Díaz

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