miércoles, 14 de julio de 2010

Dos francesas: "El pastel de boda" y "Villa Amalia"

Queridos Cinéfilos:

Ya sabéis que, como buen carpetovetónico cinéfilo, tengo un cierto respeto reverencial por el cine francés, ya que películas como "Ascensor para el cadalso", "Mi noche con Maud", "La novia vestía de negro", "Besos robados", "Al anochecer", "Pauline en la playa", "Lo importante es amar", "Adiós muchachos", "Azul", "Cuento de invierno", "La ceremonia", "El amante", "La vida soñada de los ángeles" o "Amelie" (seguro que me he olvidado de dos o tres de las que más me han gustado, ¡cosas de la edad!) me han dejado un magnífico recuerdo. Una puntualización por si algún detallista me corrige: ya sé que dos de las películas que cito son de sendos directores polacos, pero es que, como a lo peor ya he dicho alguna otra vez y me repito, en mi opinión no hay director más francés que un director polaco transplantado a Francia.

El caso es que, casi seguidas, he visto dos películas francesas:

"El pastel de boda" (la más previsible): Una comedia dulce con algunos (pocos) toques ácidos de un tal Denys Granier-Deferre, seguro que hijo o sobrino del Pierre Granier-Deferre de mi juventud, con un guión flojito, flojito y al final todos contentos por que la novia estaba guapísima, la para mí desconocida Clémence Poésy, y además nos encontramos, casi sin reconocerla, con Danielle Darrieux, que cuando yo tenía 10 años ella debía ser ya treintañera. ¡Cosas que pasan en las bodas!.


"Villa Amalia" (terrible fiasco): Ves el cartel, tan sugerente, descubres que la protagonista es Isabelle Huppert y te encandilan diciendo que se basa en una famosa novela. Te tiras de cabeza a la piscina ...y te quedas tetrapléjico mental cuando descubres que si el talento es el agua, sólo hay dos dedos de ella en esta perfectamente vacua y enormemente pedante película que simboliza lo peor del peor cine francés de autor.
Benoit Jacquot debió decirle a Isabelle: "Ya sabes, cara de eterno cabreo, además vas a ser pianista, como en esa cosa que le salió bien de chiripa a ese tío alemán, ¿cómo se llama?, Haneke, sí, Haneke, y además vamos a poner muchos guiños culturales, por que nosotros somos La France. Por ejemplo, que un joven italiano va con su novia en una canoa a bañarse, vamos a hacer que lleve allí, a plena vista, un ejemplar de "Cantos" de Leopardi, cosa idónea para leer con su novia y, además, demostramos nuestra amplia cultura...". Vamos, pedante, pedante, pedante, pedante, pedante, pedante, pedante... No puedo imaginarme lo que habría hecho Louis Malle con la misma historia.

Epílogo (o prólogo): Unos días antes había visto en DVD dos películas de Roger Vadim que venían juntas en una oferta de un cultural semanal.

"Historias extraordinarias" es una de aquellas películas de, normalmente, tres historias rodadas por diferentes directores. En este caso eran historias de Edgar Allan Poe y Monsieur Vadim dirigía a su esposa de la época, mi admirada Jane Fonda, con 45 años menos, en "Metzergenstein" con un look de erotismo light envuelto en papel de celofán de colores estrictamente inaguantable. Espantosa.
La otra, no era mejor, ni mucho menos, pero además era, permitidme que lo diga, manifiestamente insultante para los españoles. Estimo que hasta los más antifranquistas amigos míos estarían de acuerdo con el General por prohibir el estreno en España de aquella película, "Los joyeros del claro de luna", a pesar de haber sido rodada en las cercanías de Torremolinos. En esta ocasión, cronológicamente anterior a la antes tratada, Vadim dirigía a su esposa de turno, Brigitte Bardot, en el personaje de una descocadilla señorita francesa que llegaba a España a visitar a su tía (Alida Valli, ¿qué hacía en esta basura después de haber trabajado en la extraordinaria "El tercer hombre"?) casada con un machista conde español. Hay enamoramiento de un joven humilde (tiene su aquél que eligieran para el papel a Stephen Boyd, el Mesala de Ben-Hur, vamos el típico hispánico, en este caso con alpargatas ....pero cabeza y media más alto que sus "hermanos" y gentes del pueblo, que parecían todos sacados del viaje a Las Hurdes de Alfonso XIII llevado a cabo 30 años antes de la fecha de rodaje y de la acción de la película), corrida de toros con la Bardot toreando una vaquilla, asesinato, huida, persecución por la guardia civil y, al final, Xan das Bolas (diría que todos lo conocéis, uno de los secundarios-terciaros más habituales del cine español entre 1950 y 1980, digamos) acaba ¡matando a la Bardot!, por error, claro. La película tiene una ventaja: es tan burdamente mala, que resulta divertida y como hay que verla en VOSE, te das cuenta de lo nefastísima que es la actuación de la Bardot y cía (sale también Fernando Rey, que para eso hablaba francés, que se lo digan a Buñuel).
A lo peor es envidia por lo de Bardot y Fonda, pero puedo prometer y prometo que nunca volveré a ver una película de Vadim, que con esta muestra considero un director nefasto. En serio: ¿Alguno habéis visto algo de él?.

Sólo una puntualización que le debo a Louis Malle (uno de mis directores favoritos): en la lista de películas francesas destacadas que cito al principio, no incluyo tres de las suyas, extraordinarias, por que no las considero "francesas" por su producción y/o temática: "La pequeña", "Atlantic City" y "Herida". Es un deber para cualquier Cinéfilo (y un placer, lo garantizo) verlas .

Otra vez habrá buen Cine, amigos.

Manrique

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